Abogados Separaciones Matrimoniales

Los cuatro tipos principales de rupturas matrimoniales

1. Infidelidad

El acto de infidelidad que a menudo termina en divorcio es aquel en el que hay una violación de la confianza de uno de los cónyuges y generalmente una relación secreta oculta para uno de ellos. Algunos cónyuges son transparentes acerca de su infelicidad en una relación y su deseo de buscar otra compañía es evidente. A veces esto es solo sexual. Otras veces, no tiene nada que ver con el sexo.

En aquellas situaciones donde hay infidelidad habitual y por lo tanto, engaño y una violación de la confianza durante muchos años, el otro cónyuge puede estar tan devastado que se convierte en un desafío resolver los problemas del divorcio de forma amistosa. Estamos acostumbrados a esto asi que podemos ayudarte si este es tu caso concreto.

Para llegar a un compromiso y una resolución amistosa se requiere un cierto nivel de confianza y compromiso entre los cónyuges. Si hay un colapso total en la confianza, el único camino suele ser el judicial. Este no es el mas aconsejable puesto que es mas caro para ambos cónyuges. 

La Infidelidad Emocional como causa del divorcio

La infelicidad emocional es también una causa de divorcio y últimamente se suele escuchar bastante. Hemos podido comprobar que ésta es también una causa de divorcio. Se trata de una infidelidad donde no existe una relación extra matrimonial físicamente íntima, pero sin embargo existe un apego romántico y emocional aunque no íntimamente sexual hacia otra persona fuera del matrimonio. Hay veces que esto puede solucionarse con una terapia de pareja pero no es sencillo y no suele ser la única causa que conduce a la separación sino que suele venir acompañada de otro motivo.

2. Dificultades económicas

Es otra causa común de divorcios. Donde se dan dificultades financieras que provocan situaciones dramáticas que afectan a la convivencia de los cónyuges. Hay personas que tienen una alta tolerancia al dolor emocional y al estrés y estas dificultades económicas no les afecta tanto en su convivencia, pero desgraciadamente esto no ocurre con todo el mundo y muchas veces desemboca en un proceso de divorcio o separación matrimonial. Habitualmente vemos que tras una disminución de los recursos familiares se produce un deterioro de la convivencia.

Aquellas personas que se casaron buscando una seguridad financiera cuando ésta desaparece tienen pocas razones para continuar interesados en la continuidad del matrimonio cuando éste ya no ofrece la misma seguridad económica. Estos casos son algunos de los más comunes entre nuestros clientes. Un ejemplo típico es aquel en el que un cónyuge es el sostén de la familia y el otro se ocupa de las tareas de la casa y el cuidado de los hijos.

El cónyuge sustentador de repente puede perder el trabajo  bajo el influjo de malas prácticas como drogas o alcohol o Puede llevar a cabo acciones financieras Arriesgadas para la economía familiar. En este caso se puede especular con que la causa que conduce finalmente al divorcio ha sido  el abuso de sustancias nocivas o en cambio en la situación económica Familiar. En nuestra experiencia hemos observado que generalmente la crisis financiera generalmente no conduce por sí sola a un divorcio a menos que el cónyuge que lo causado se niega a tomar medidas razonables para restablecer cierta estabilidad financiera.

La vida es similar al mercado de valores y tiene altibajos. Independientemente de estos mínimos que a veces se alcanza en la economía familiar una buena planificación y el pensamiento a largo plazo puede ayudar a solventar estas situaciones y producir una recuperación financiera y una recuperación de la convivencia de la pareja evitando así el divorcio. Desgraciadamente un matrimonio así como cualquier relación puede soportar una cierta cantidad de estrés antes de que se rompa la convivencia. Incluso aquellos que tiene una alta tolerancia a vivir situaciones complicadas no pueden hacerlo en un estado constante de miedo y ansiedad.

Una mala situación económica puede romper la relación si se prolonga en el tiempo demasiado. Nuestros abogados pueden ayudarte a llevar a cabo tu divorcio con total garantía si ya se ha roto la convivencia,  consiguiendo el desbloqueo de una complicada situación económica entre los cónyuges mediante la negociación y organización del patrimonio para su reparto. Pide cita con uno de nuestros abogados y te asesoraremos en tu caso concreto.

3. Maltrato Físico o Psicológico

Aunque no es tan común como los dos primeros, el abuso físico a menudo conduce a la separación y el divorcio. El abuso físico puede ser el abuso de los hijos, un cónyuge o incluso ambos cónyuges en esas situaciones de abuso o combate continuo entre ambos.

Nuestro bufete de abogados de familia no representa a los cónyuges con problemas de maltrato puesto que hay  despachos especializados en violencia de género que se encargan de ello con total garantía. Nuestro bufete de abogados de familia cree sin embargo que ningún cónyuge debe permanecer en una relación abusiva y debe buscar el apoyo inmediato de esos despachos especializados en violencia de género y si no se posee solvencia económica solicitar inmediatamente el beneficio de justicia gratuita en el colegio de abogados de tu ciudad. No permitas que te maltraten en ningún momento. Actúa y busca ayuda profesional.

Los cónyuges que son víctimas de abuso físico tienen muchas opciones disponibles y una de las más importantes es pedir una orden de alejamiento contra el cónyuge maltratador. Un cónyuge maltratado físicamente puede obtener una orden de alejamiento del cónyuge maltratador. Él o ella también puede obtener protección adecuada para los niños y sentencias que obliguen a que el cónyuge pague manutención infantil y conyugal llegado el caso.

Las órdenes de alejamiento por violencia doméstica se obtienen mucho más rápido que un divorcio y brindan a un cónyuge maltratado derechos y remedios que pueden colocarlo en una situación más segura que continuar viviendo con un maltratador.

4. Abuso de alcohol y drogas

Muchos estilos de vida habitualmente incluyen el consumo de alcohol que no debería ser un problema si no se hace en exceso. También hay consumo de marihuana. que puede seguir al alcohol en el mismo sentido, es decir, el abuso de sustancias es diferente del uso de sustancias.

Cuando abordamos el abuso de sustancias, nos referimos a la dependencia de esas drogas o a la dependencia del consumo de alcohol. En cuanto a las drogas legales o ilegales. Las «drogas legales» obviamente incluyen cualquier droga que un cónyuge haya obtenido legalmente y eso incluye medicamentos que le hayan sido recetados.

Un cónyuge que abusa del alcohol o las drogas suele ser impredecible, errático en su comportamiento e irracional en sus perspectivas. El abuso de sustancias también puede conducir al abuso o maltrato físico o psíquico, pérdidas financieras, actividad criminal y asociación con personas peligrosas. Estos no solo presentan desafíos a la estructura matrimonial sino también a la educación de los hijos en el ámbito familiar.

El abuso de sustancias generalmente no conduce a la separación y el divorcio a menos que el cónyuge que abusa de las sustancias se niegue a tomar medidas para lograr la sobriedad. Esa negativa generalmente alcanza un nivel extremo antes de que el matrimonio se rompa y se produzca la separación y el divorcio. 

El cónyuge que abusa de las sustancias que alberga ira hacia el otro cónyuge. Esta ira a menudo está fuera de lugar. Desafortunadamente, en esos extremos, una mezcla tóxica de emociones conduce a la ruptura de la pareja y al divorcio o separación posterior. Si hay hijos de por medio el afrontar un procedimiento de divorcio es aún más complicado. El cónyuge víctima suele pensar en abandonar el hogar y llevarse a los hijos. El cónyuge que abusa de las sustancias se siente sorprendido por esta acción y puede generar conflictos.

El cónyuge víctima no hizo nada malo. Sin embargo, el cónyuge que abusa de las sustancias no lo ve así. Dado que el cónyuge que abusa de las sustancias está en negación o simplemente no le importa el abuso continuo, arremete contra el cónyuge víctima. Esto lleva a un alto grado de conflicto en este tipo de separación o divorcio.

¿Por qué generalmente las mujeres están peor a largo plazo después de un divorcio?. ¿Cómo evitarlo?.

Un estudio reciente muestra que las mujeres están peor a largo plazo después de un divorcio que la mayoría de los hombres sometidos al mismo estress emocional. El divorcio tiene un gran impacto en la vida de cada persona que lo atraviesa. Y durante los primeros meses, este impacto es igualmente fuerte tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, según nuestra experiencia, a largo plazo, las consecuencias de un divorcio son mucho más perjudiciales para las mujeres. 

¿Por qué el divorcio presumiblemente afecta más a las mujeres?. Al principio, el impacto del divorcio es casi lo mismo para las dos partes involucradas porque ambas están pasando por cambios similares e igual agitación emocional. Por supuesto, a nivel personal, hay muchas diferencias dependiendo del carácter de cada uno y hay también muchas situaciones económicas y personales diferentes. Sin embargo, en general, en esta etapa, las personas se centran casi únicamente en superar el estrés emocional y adaptarse a las circunstancias cambiantes. Con nuestra ayuda esto se hace más llevadero pues tenmos amplia experiencia en tratar estos asuntos y darles soluciones prácticas. 

Sin embargo, estos cambios, aunque importantes, no son tan significativos como llegarán a ser con el tiempo. El impacto principal de un  divorcio o separación matrimonial,  no solo es emocional si no muchas veces  la diferencia de género, destaca en lo económico. En pocas palabras,  la diferencia de sexo en general refleja que mientras los hombres se recuperan un poco más rápidamente en lo emocional e incluso mejoran su posición financiera en la mayoría de los casos, las mujeres se enfrentan a un mayor  riesgo de disminución de ingresos e inestabilidad afectiva. Por supuesto esto no siempre ocurre así. Nosotros intentamos siempre buscar soluciones que minimicen  en lo posible el daño colateral de un divorcio y que ambos cónyuges superen de la mejor forma este trance económico-afectivo sobre todo cuando se trata de un divorcio express donde defendemos los intereses de ambas partes. Obviamente si solo defendemos los intereses de uno de los cónyuges nos centramos en ayudar principalmente a nuestro cliente sea hombre o mujer. 

¿Qué se puede hacer para cambiar la situación económica a mejor tras un divorcio?

Al final, todo se reduce a una importante pérdida de ingresos en el  hogar conyugal que tendrá que ser asumida por cada uno de los cónyuges. Mientras que los hombres, estadísticamente, reducen más sus gastos después de un divorcio, lo que significa que acumulan generalmente más dinero con el tiempo, las mujeres sufren sin embargo una situación contraria en más casos. Sus gastos aumentan ya que necesitan mantener un hogar y a menudo el cuidado de los niños que en mayor medida quedan a su cargo. Y aunque la situación de igualdad en el lugar de trabajo ha mejorado en los últimos años, aún está lejos de ser la ideal y equitativa. Las mujeres suelen tener menores retribuciones según reflejan recientes estudios.

Como resultado de estos informes podemos ver que la mayoría de las mujeres ganan menos dinero por defecto, y que la situación es aún peor para las madres solteras. Los pagos de la pensión alimenticia y la manutención de los hijos a menudo son insuficientes y en algunos casos insignificantes y hacen muy poco para aliviar la tensión financiera crónica impuesta a las mujeres tras el divorcio si detentan la guardia y custodia de los hijos. Ultimamente se están concediendo mas custodias compartidas que reparten más este desequilibrio económico. A veces la mejor solución es la custodia compartida y muchos jueces y fiscales empiezan a verla como una herramienta útil para conseguir un divorcio con hijos viable. Nosotros somos abogados de familia expertos en custodia compartida.

Compensación económica en un divorcio

También se dan situaciones económicas inversas donde un hombre con un sueldo muy bajo es exprimido por una mujer que se niega a incorporarse al mercado laboral para ayudar al mantenimiento de la nueva estructura familiar tras el divorcio. A veces también se niega a pactar acuerdos razonables y viables jurídicamente que permitan que ambos cónyuges puedan rehacer sus vidas desde el punto de vista económico y como resultado también afectivo.

Sabemos que la compensación económica es una figura legal muy reciente en el Derecho de Familia que refleja el derecho que  asiste a cada cónyuge que por haberse dedicado a tiempo completo al cuidado de los hijos o a cuidar del hogar conyugal, no tuvo la oportunidad de desarrollar un trabajo remunerado y quedó excluido del mercado laboral y en una situación económica desfavorable. Por eso hay que buscar soluciones prácticas y viables a estos problemas en un divorcio.

Cada abogado matrimonialista de nuestro despacho ha defendido muchas situaciones distintas y ha visto la problematica de una separación matrimonial desde puntos de vista diferentes. Eso nos cualifica para defender adecuadamente a nuestros clientes en cada situación. 

Como el impacto financiero a largo plazo es el principal problema, es aconsejable hacer todo lo posible para reducir este impacto desde el comienzo. Por lo tanto, lo primero que se debe hacer es reducir el costo del divorcio para que ambos cónyuges abandonen la relación con el máximo de activos disponible. Hay que evitar situaciones jurídicas que generen sobrecostes. Tambíen es aconsejable posteriormente la consulta a un gestor experto en renta tras un divorcio que te guíe a la hora de hacer la declaración de la renta tras la separación pues la situación económica y fiscal puede ser distinta para cada cónyuge. Nuestro despacho cuenta con gestores expertos en renta que pueden ayudarte tras el divorcio.